domingo, 26 de marzo de 2017

POR UNA ROSA

Tres autores que están en un lugar especial en los corazones y las bibliotecas de los jóvenes se reúnen para contarnos una historia basada en el gran clásico de todos los tiempos: "La Bella y la Bestia".


Título: Por una rosa.

Autores: Laura Gallego, Benito Taibo y Javier Ruescas.

Páginas: 189.

Año: 2017

Contraportada:
¿Y si la Bella escondiera más secretos que la Bestia?
¿Y si La Bestia  fuera en realidad un tren maldito, el convoy de la muerte, el único camino hacia la libertad?
¿Y si las hadas, como las rosas, también tuvieran espinas?



Comentarios: Ayer fui muy contenta a explorar las librerías del centro de la ciudad, es decir, las dos de las tres que hay en la ciudad. Entré a la primera y no encontré algo que me llamara mucho la atención. Cuando ya había saliendo, en el escaparate lo vi, aunque ya sabía que en marzo salía a la venta este libro no esperaba encontrarlo en esta visita, así que con una voz un poco loca le dije a la vendedora que me lo diera. ¿Cómo dudarlo? Laura Gallego, como ya lo he dicho en otras ocasiones es de mis escritoras favoritas y Benito Taibo me hizo reír y llorar con Persona Normal y sus numerosas referencias a otros libros, de Javier Ruescas no he leído nada así que me pareció una excelente oportunidad. Creí que debía leerlo en un lugar especial, es por eso que fui al parque nacional y tome la foto que aparece arriba.

Opinión: No hablaré en particular de cada historia para no lanzar spoilers por aquí y por allá. Me agrado el libro, es muy recomendable, en cada historia se vierte el estilo tan particular de cada autor y aunque se basan en el mismo clásico no pierden en ningún momento su autenticidad. Me gusto encontrarme con personajes conocidos, la tierra de un amigo que no sé si volveré a ver y futuros que me llevaron a pensar en otro escritor. Lo único que no me gusto es que Javier Ruescas escribiera en segunda persona.

Para finalizar quiero poner un párrafo que me gustó mucho:

"Besos rápidos y silenciosos, de terciopelo, de guanábana, de sellar con ellos, uno a uno, un pacto que no necesitaba sangre ni lágrimas, tan sólo la confirmación de que se amaban. Punto."

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